Hola a todos de nuevo, estamos aquí de vuelta con la información que necesitas para poder comprender mejor lo que es la señalización celular y sus características. Así que comencemos.
Para que la señalización celular se pueda llevar a cabo debe de haber moléculas mensajeras, que ayudan a que las células se puedan detectar y pueda haber una comunicación entre ellas, la célula que recibe la señal se llama célula blanco.
Hay muchas moléculas de señalización que pueden intervenir en la comunicación celular pero las que son más reconocidas o las más comunes son las hormonas, las cuales son procedentes de las células endocrinas.
Las hormonas son mensajeros químicos que proporcionan una comunicación entre órganos y tejidos, y debido a su estructura química específica y a su diversidad de actividades biológicas integran a estos órganos y tejidos en una entidad denominada organismo (Juárez y Palma, 2014, p. 203).
Todas las hormonas presentan los siguientes rasgos generales: transfieren información (una señal), coordinan la actividad de varias células de un organismo multicelular, y son las principales reguladoras de los procesos vitales; estas pueden pertenecer a diversas categorías como lo son las Aminas, los Eicosanoides, los Esteroides y las Peptídicas y Proteínicas (Juárez y Palma, 2014, p. 203).
Las células tienen “oídos” que ayudan a recibir el mensaje y llevarlo al interior de la célula y este oído es llamado receptor.
Un receptor es una proteína capaz de recibir al mensajero y de transmitir el mensaje al interior de la célula para que ésta produzca una respuesta. El receptor como tal deberá cumplir dos características fundamentales:
1) Reconocer al mensajero (también llamado ligando) para interactuar con él.
2) Activar una secuencia de eventos que conduzcan a la respuesta celular (Juárez y Palma, 2014, p. 204).
También hay receptores externos que se localizan en la membrana plasmática y algunos de estos pueden desplazarse de un lado a otro.
De manera general, la acción de las moléculas de señalización comienza con la unión de éstas a su receptor específico. La célula blanco está definida por su capacidad para fijar de manera muy selectiva a la molécula de señalización, lo que está dado por los receptores.
Para que ocurra este acoplamiento debe existir una alta selectividad de los receptores para una molécula de señalización específica, es decir, una afinidad entre ambos. Por ello, hay dos conceptos importantes en la comunicación celular: la afinidad y la actividad. La afinidad puede definirse como una medida de la facilidad de interacción entre dos sustancias; en este caso, entre el receptor y el mensaje. La actividad es la capacidad del mensajero para producir un efecto. En términos generales, a cualquier compuesto que sea capaz de unirse con un receptor y producir una respuesta en la célula se le llama agonista; mientras que un antagonista es la sustancia que al interactuar con un receptor, pues presenta una buena afinidad con él, inhibe o antagoniza el acoplamiento mensajero-receptor y así bloquea la respuesta celular (Juárez y Palma, 2014, p. 205).
Cuando se habla de transducción de la señal aquí la señal que se recibe en la superficie de la célula se libera en su interior por la ayuda de moléculas de señalización y unas moléculas “segundos mensajeros” que hacen que la señal se difunda pues amplifican la señal en otra parte de la célula al pasar a las proteínas de señalización específicas (proteínas blanco). Estas últimas pueden ser consideradas como interruptores moleculares pues al recibir la señal la cambian de un estado inactivo a un estado activo, hasta que otra señal las apaga. Las proteínas blanco ayudan a liberar la señal recibida al activar a una siguiente proteína en la cadena de señalización o generando otros mediadores intracelulares pequeños.
Ahora bien, continuamos con los tipo de comunicación:
• La comunicación autocrina que es cuando los mensajeros hacen que la célula se comunique consigo misma y no con otras.
• La comunicación paracrina que es cuando las sustancias que produce la célula tienen efecto en células vecinas.
• La comunicación endocrina u hormonal es cuando una sustancia se libera en el torrente circulatorio y va a actuar sobre un tejido que será seleccionado previamente y no aleatoriamente pues debe de ser una célula que pueda captarlo.
• La comunicación neuronal es cuando hay una comunicación química a través de células nerviosas.
• La comunicación yuxtacrina es cuando existe comunicación entre células adyacentes.
• La comunicación neuroendocrina es cuando una célula formada a partir de un tejido nervioso puede secretar su mensaje a la circulación.
Bueno, esperamos que esta poca información te ayude a comprender mejor lo que es la señalización celular y los tipos de comunicación celular que hay, pues hablamos de lo más general y abarcamos la información que te puede ayudar a comprenderla sin perderte, muchas gracias por seguirnos y hasta la próxima.
Para que la señalización celular se pueda llevar a cabo debe de haber moléculas mensajeras, que ayudan a que las células se puedan detectar y pueda haber una comunicación entre ellas, la célula que recibe la señal se llama célula blanco.
Hay muchas moléculas de señalización que pueden intervenir en la comunicación celular pero las que son más reconocidas o las más comunes son las hormonas, las cuales son procedentes de las células endocrinas.
Las hormonas son mensajeros químicos que proporcionan una comunicación entre órganos y tejidos, y debido a su estructura química específica y a su diversidad de actividades biológicas integran a estos órganos y tejidos en una entidad denominada organismo (Juárez y Palma, 2014, p. 203).
Todas las hormonas presentan los siguientes rasgos generales: transfieren información (una señal), coordinan la actividad de varias células de un organismo multicelular, y son las principales reguladoras de los procesos vitales; estas pueden pertenecer a diversas categorías como lo son las Aminas, los Eicosanoides, los Esteroides y las Peptídicas y Proteínicas (Juárez y Palma, 2014, p. 203).
Las células tienen “oídos” que ayudan a recibir el mensaje y llevarlo al interior de la célula y este oído es llamado receptor.
Un receptor es una proteína capaz de recibir al mensajero y de transmitir el mensaje al interior de la célula para que ésta produzca una respuesta. El receptor como tal deberá cumplir dos características fundamentales:
1) Reconocer al mensajero (también llamado ligando) para interactuar con él.
2) Activar una secuencia de eventos que conduzcan a la respuesta celular (Juárez y Palma, 2014, p. 204).
También hay receptores externos que se localizan en la membrana plasmática y algunos de estos pueden desplazarse de un lado a otro.
De manera general, la acción de las moléculas de señalización comienza con la unión de éstas a su receptor específico. La célula blanco está definida por su capacidad para fijar de manera muy selectiva a la molécula de señalización, lo que está dado por los receptores.
Para que ocurra este acoplamiento debe existir una alta selectividad de los receptores para una molécula de señalización específica, es decir, una afinidad entre ambos. Por ello, hay dos conceptos importantes en la comunicación celular: la afinidad y la actividad. La afinidad puede definirse como una medida de la facilidad de interacción entre dos sustancias; en este caso, entre el receptor y el mensaje. La actividad es la capacidad del mensajero para producir un efecto. En términos generales, a cualquier compuesto que sea capaz de unirse con un receptor y producir una respuesta en la célula se le llama agonista; mientras que un antagonista es la sustancia que al interactuar con un receptor, pues presenta una buena afinidad con él, inhibe o antagoniza el acoplamiento mensajero-receptor y así bloquea la respuesta celular (Juárez y Palma, 2014, p. 205).
Cuando se habla de transducción de la señal aquí la señal que se recibe en la superficie de la célula se libera en su interior por la ayuda de moléculas de señalización y unas moléculas “segundos mensajeros” que hacen que la señal se difunda pues amplifican la señal en otra parte de la célula al pasar a las proteínas de señalización específicas (proteínas blanco). Estas últimas pueden ser consideradas como interruptores moleculares pues al recibir la señal la cambian de un estado inactivo a un estado activo, hasta que otra señal las apaga. Las proteínas blanco ayudan a liberar la señal recibida al activar a una siguiente proteína en la cadena de señalización o generando otros mediadores intracelulares pequeños.
Ahora bien, continuamos con los tipo de comunicación:
• La comunicación autocrina que es cuando los mensajeros hacen que la célula se comunique consigo misma y no con otras.
• La comunicación paracrina que es cuando las sustancias que produce la célula tienen efecto en células vecinas.
• La comunicación endocrina u hormonal es cuando una sustancia se libera en el torrente circulatorio y va a actuar sobre un tejido que será seleccionado previamente y no aleatoriamente pues debe de ser una célula que pueda captarlo.
• La comunicación neuronal es cuando hay una comunicación química a través de células nerviosas.
• La comunicación yuxtacrina es cuando existe comunicación entre células adyacentes.
• La comunicación neuroendocrina es cuando una célula formada a partir de un tejido nervioso puede secretar su mensaje a la circulación.
Bueno, esperamos que esta poca información te ayude a comprender mejor lo que es la señalización celular y los tipos de comunicación celular que hay, pues hablamos de lo más general y abarcamos la información que te puede ayudar a comprenderla sin perderte, muchas gracias por seguirnos y hasta la próxima.
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